Epigrafía Romana

Tras las huellas de Viriato

VISITA
ARQUEOLOGÍA
Lateral norte de la Iglesia
Exteriores
También en la Plaza

La epigrafía romana existente en el pueblo, tanto la funeraria como la votiva, supone un dramático intento de no olvidar a los muertos, ni a los que hicieron el voto a los Dioses.
Encontramos tres claros ejemplos de estas estelas de hace dos milenios en la pared exterior norte de la iglesia parroquial, destacando la del medio, dedicada a la Luz Divina, constituyéndose como un ara (altar) muy importante tanto por representar a una deidad muy característica (el lucero del alba o planeta Venus) como por ser su presencia indicio de la existencia de un templo romano en sus inmediaciones.

También, a pocos metros, en la plaza Mayor, podemos contemplar un conjunto de cuatro estelas, destacándose por su curiosidad la de tipo funerario dedicada a Viriato, lo que ayuda a alimentar y a perpetuar la leyenda del incombustible pastor luso, aunque se sabe que en este caso es una copia o falsificación “moderna”.
Si quieres ver la original tendrás que ir al Centro de Interpretación, aunque se trate de un Viriato que nada tenga que ver con el famoso pastor luso.

Dos milenios de historia plasmados en piedras en las que los romanos consiguieron que trascendieran los nombres, edad, familia, etc. de sus difuntos. Todo un acierto en su empeño de ser recordados gracias al carácter indeleble y cuasi perenne que ofrece la impresión en piedra.